Un eterno adiós.

¿Has pensado en mí? ¿Me has extrañado? ¿Fui en tu vida más que una palabra, un instante, un aroma? Explícame, explícame qué fui, porque no entiendo, como tan repentinamente dejaste que se nos fue esta historia, esta amistad, este mundo.

No miento, te he extrañado mucho, como nunca. Están cerca fechas especiales que tú y yo pensábamos compartir, dónde abandonaste nuestros sueños, que ya no los encuentro. Mientras otros me dicen que tú pregonas no conocerme yo me deshago en la esperanza de una segunda oportunidad de volver a empezar de nuevo.

La gente sigue diciendo que espere para en algún momento el tiempo nos encuentre, una sigue soñando que podremos volver a lo de antes, otro me dice que no te he dejado ir, otros que ni siquiera me mereces y así, nadie me dice lo que quiero escuchar porque ni siquiera sé que es eso que tanto quiero. Mientras sólo he pensado en la posibilidad de que tú me digas qué es lo que puedo hacer, qué quieres hacer. Ya sé, siempre tan utópicamente idiota.

Es que llegaste y te colaste en mis posibilidades del futuro; mis sostén en las derrotas, mi luz en la oscuridad; no sé qué fue el detonador, no supe como te perdí, cómo te dije adiós.

Ya busqué una explicación debajo de la alfombra y no pasa nada, queda lo amargo de esa despedida que no nos dimos, el vacío de tus palabras sin sonido. Y el dolor me consume, el deseo de irte a buscar y saber que me ignorarás, pasarás de largo como lo prometiste.

¿DÓNDE ESTA NUESTRO ERROR SIN SOLUCIÓN? ¿Fuiste tú o fui yo?

Desde y para siempre, vivo en ti y para ti.